CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

lunes, 5 de septiembre de 2011

LUIS MILLÁN SÁNCHEZ "EL TERUEL" (II): UN PROMETEDOR NOVILLERO.

            
Cogida de Luis Millán en Zaragoza el 15 de octubre de 1971.
Foto tomada del libro de Aniceto Blasco,
 De toros... Y de toreros de Teruel.
                                                                                         Su primera novillada, según señala el crítico taurino Aniceto Blasco, fue en la plaza de toros de Zaragoza, el uno de septiembre de 1968. Donde volvió a torear  en dos ocasiones más hasta su debut con picadores en  Utiel, junto a los novilleros valencianos: Pepe Luis Díaz y Vicente Luis Murcia, con ganado de Luis Frías. Cortó dos orejas y salió a hombros  de la plaza.
            Su presentación con picadores fue en Zaragoza el 19 de septiembre de 1970, en compañía de “Marcelino” y Manuel Sicilia “Campillo”. Cortó una oreja en su primero y resultó herido leve en el segundo.
            Una semana más tarde, para las fiestas del jamón, toreó en Teruel, donde volvió a ser cogido, en esta ocasión de gravedad, pues la cornada fue de dos trayectorias y profunda. Esta nueva cornada le hizo perderse la novillada del Pilar que tenía ya firmada. Finalizó la temporada con 22 festejos, varios de ellos con importantes triunfos en plazas de cierta categoría como Pontevedra o Beziers.
            En la temporada del año 1971, sus actuaciones bajaron a diecisiete, si bien sus triunfos fueron especialmente importantes como veremos. Comenzó en La Misericordia, el coso zaragozano, donde compartió cartel con Pedro Moya “Niño de la Capea” y Julio Robles. El 9 de julio lo hizo en la novillada de las fiestas del Ángel de nuestra ciudad con Pascual Mezquita y Julio Robles, su éxito fue importante como recoge la crónica de Tomás Ortiz: “Había interés por ve al torero de la tierra después de la cogida que sufrió a finales de temporada en este mismo ruedo. Interés que se transformó en ambiente y luego en triunfo para él, porque sin duda fue el mejor de la terna. Luis triunfó en toda regla porque supo echarle a su toro ese acicate y gracia que llega a las gradas, supo realizar y dar una gran gama de pases a cada burel y además, ¿por qué no decirlo?, lo vimos mejor que en otras ocasiones con el estoque, entrando con fuerza, yendo a la ‘cuna’ sin remilgos. Por todo ello Luis triunfó en su tierra que siempre es difícil. A ‘Cortejano’, primero de turno, lo recibió con un ‘afarolao’ y continuó con verónicas que remata. La ovación es grande cuando se retira al burladero en espera de los varilargueros. El público le pide que banderillee, no lo hace porque recuerda su última cogida. Brinda a la Reina y Damas y Luis comienza su faena. Recibe con la izquierda aguantando mucho y los olés aparecen en bocas de los espectadores. Luego serían unos solemnes redondos sin tocar el novillo, pero sí haciéndole girar extraordinarimanete y al son de la música, esa gama que hemos señalado anteriormente de su toreo va apareciendo en cada serie con remates vistosos y alegres. Se perfila el muchacho, de ‘un mete saca’ y luego entera yendo a la ‘cuna’ como mandan los cánomes. Total, dos orejas, petición de rabo, vuelta y delirio para los espectadores que ven el triunfo de su torero.  Si en su primero lo vimos superior, aún nos gustó más Luis en su segundo, porque además de realizar una faena muy torera, supo atraer la expectación con esos desplantes que nadie como él sabe hacerlos. También ilustró su toreo con la rodilla en tierra y sabiendo correr muy bien la mano con la izquierda en una de las más bonitas series de naturales que nos brindara. Finalmente, un pinchazo y una entera exponiendo mucho, hace rodar al novillo. La presidencia está más remisa y solamente le concede una oreja, pese a que el público insistentemente pidiera más trofeos. Otra vez será. Así, Luis Millán, el torero de la tierra triunfó. Y triunfó por méritos propios, por su toreo y por su clase.”
            Esa temporada triunfaría también en Valencia, el 12 de septiembre, compartiendo cartel  Antonio Porras y Vicente Luis Murcia, consiguió tres orejas y fue paseado en hombros hasta el hotel. Una semana más tarde de nuevo triunfó en esta plaza fetiche para el turolense.
            En la feria de septiembre, en Algemesí, donde acuden los novilleros punteros del escalafón, nuestro torero se hizo con el preciado trofeo de triunfador, el Estoque de Oro, por el que compitieron nombres tan importantes como Pedro Moya “El niño de la Capea, que tenía en su haber tres orejas, pero fueron insuficientes teniendo en cuenta que Luis había conseguido en el primero una y en el segundo se hizo merecedor de las dos orejas y el rabo.
              De nuevo en Zaragoza, las cañas se tornaron lanzas y volvió a ser empitonado el 15 de octubre por un novillo de la ganadería de Lamamie de Clairac, en una tarde aciaga donde también fue herido de mucha gravedad, temiéndose incluso por su vida, César González.

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